-Crieb, tome nota, como escriba y sacerdotisa suprema que es, de todo lo que a partir de ahora se diga en esta sala, pues de la misma manera que los Dioses nos ayudan desde el cielo, los escritos nos ayudan desde la tierra. –Le comentó Lady Ailith antes de entrar en la sala principal de la Torre Khirus-.
-Si Lady Ailith, los dioses no desperdiciarán ni una sola palabra de lo que aquí se vierta. -Contestó Crieb.
El consejo Chiomara estaba de nuevo reunido ante las nuevas expectativas que estaban tomando los acontecimientos en Evalduric. Se reunieron en la Torre Khirus la gobernadora de la tribu Miss: Keirel, la gobernadora de la Tribu Zinnia, y a la vez gobernadora de la Tierra de las Sombras: Ailith; y la gobernadora de la Tribu Criedne: Ignaborg.
Después de una amena cena a base de queso de oveja, pan negro y licor de bayas, tomó la palabra la Sacerdotisa Crieb.
-La mayoría de nuestros embajadores ya están en alojados en la Torre Khrios, como se acordó en la última asamblea Chiomara. –Dijo la Sacerdotisa Crieb
-Si eso es así, tendremos que esperar noticias de nuestras embajadoras a los demás reinos de Evaludric. –Contestó Keirel, gobernadora de la Tribu Miss.
-Sí, se avecina una nueva era para las Chiomara. –Dijo Lady Ailith, mirando fijamente al resto de sus compañeras- y debemos estar preparadas. Nuestro periodo de asentamiento en el territorio parece más que cumplido, y es el momento, tras un largo periodo de aislamiento y sacrificios, de iniciar un nuevo rumbo para la Gineocracia.
-Recuerda, Lady Ailith. –Dijo Ignaborg, gobernadora Criedne, levantándose de la silla.- Que es el varón ha sembrado de maldad en todo nuestro pueblo, y que por más contactos que tengamos con ellos, siempre estará en nuestro ánimo su desprecio.
-Razón tienes. –Tomando la palabra Keirel, gobernadora de la tribu Miss.- Pero las Chiomara tampoco seriamos nada sin la presencia del varón en nuestro mundo. Has de tener en cuenta que, a pesar de llevar una política demográfica selectiva, y solo aceptar en nuestra sociedad a los mejor dotados, sin ellos no podríamos reproducir la estirpe Chiomara…
-Hombres!! Para que los queremos!! Han sido ellos la causa de todos nuestros males y el odio en nuestro pueblo!! Además ellos fueron los que nos privaron de ser una potencia hegemónica en todo Evalduric!! –dijo Ignaborg
-Sí, es cierto Lady Ignaborg. –Contestó Lady Ailith-. Pero ese mismo odio que les procesamos es el que nos ayudará a avanzar y devolver a la Gineocracia de Chiomara toda la gloria perdida. Pero para ello debemos ser pacientes y cautas. Y no enemistarnos con pueblos vecinos, todo lo contrario, ellos nos aceptarán tal y como somos, y nos ayudarán a ser lo que fuimos.
-Sí, Mi Señora. –Contestó Lady Ignaborg apesadumbrada-. La Gloria de la Gineocracia Chiomara está por encima de todo, y por ella lucharemos.
A la salida del consejo en la torre Khirus, se encuentra esperando la embajadora Eldureth Goliard.
ResponElimina-Mi señora- hace una formal reverencia. Atras quedan algunos de los miembros de su sequito. -El Canciller os envia esta informacion sobre las tierras de Yagatai, que aunque ya conociamos por la vuelta de nuestro Embajador, acaban de confirmarse. Parece ser que un gran caos de guerra y destruccion recorre esas tierras. Y el Embajador no acierta a conocer el paradero de vuestra embajadora. Todos esperamos que se encuentre bien, y los navios de la Republica estan dispuestos para trerla de regreso a vuestra puerta si es necesario.
-Es un homor para las Chiomara poder encontrar fieles aliados como lo es vuestro pueblo Eldureth Goliard.
ResponElimina-Nuestra embajadora en el Imperio Yagatai,Lady Norell, ya nos ha informado de los terribles destinos que acechan aquél pueblo. No obstante, sería de su agrado poder volver en alguno de vuestros navíos, ya que no es fácil la salida a pie de aquel territorio. Puerto Fiero no queda lejos de vuestros dominios.
-Gracias de antemano por vuestra generosidad, vuestras dàdivas no caeràn en saco roto para nuestras deidades.
Mi señora, afortunadamente, un navio comercial de Kaising, apenas una barca pesquera, ha podido rescatar a vuestra embajadora, que se encuentra en perfecto estado y acaba de arribar a puerto. El motivo de la tardanza a sido los graves problemas que estan surgiendo en aquellas tierras. Por suerte el piloto del navio la encontro en el ultimo momento, ya que segun parece, navios de guerra parten de la Corte Real para enfrentarse en Yagatai.
ResponEliminaMi señora, solo os pido, para el piloto y sus hombres, humildes pescadores, lo que ellos reclaman. Un dia para reparar velas y algo de beber en la cantina. Dice su piloto, llamado Ergus, que es suficiente pago para ellos.
Eldureth Goliard, Embajadora de la Republica de Kaising